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Foto de su web
Cuando llegan a ti estas líneas, Martín Berasategui habrá bajando del avión y estará recibiendo los buenos días en Oriente.
Al chef vasco no le agradan los viajes largos, pero como decidió abrir e inaugurar un restaurante en Shanghai no le queda otro remedio.
El 28 de Marzo a las siete de la tarde, los fogones del Restaurante de Martín arrearán a pleno gas con la puesta de largo de un cóctel para 300 invitados.
Uno de sus socios, mister Gao, asiduo y adicto comensal del restaurante de Lasarte, le viene echando los tejos desde hace tiempo para que cocine en la misma China, así que Martín lo tuvo que consultar en repetidas ocasiones con su almohada. Asegura que «Pocas veces tomo una decisión a la ligera».
Tardó años en decidirse, pero está convencido de que ahora era el momento.
Lleva artillería pesada hasta la ciudad de Shanghai: Maxime Fanton y Yago Márquez, dos pedazos de cocineros formados en Lasarte que bajo su mando demostrarán allá cómo se las gasta Martin Berasategui, guisando alta cocina verdadera. «Tiene plena confianza en ellos; los dos le han demostrado que son unos fenómenos», recalcó satisfecho y muy orgulloso.
«He alucinado»
Cuando se le preguntó qué propuesta gastronómica iba a ofrecer, no se anda con chiquitas. «Le ha dado vueltas a la carta, la desarrollo y superviso mil y una veces adaptándola a la cesta de la compra china. Muchas de sus mejores creaciones de Lasarte mantienen su esencia con evidentes matices asiáticos», enfatizó.
Ostras japonesas, buey neozelandés, cordero australiano, bacalao de Azerbaiyán o cochino autóctono toman las riendas, «lo que necesito para dar con la excelencia en el producto. Ha alucinado con los mercados, y recalca, que los guisantes lágrima son extraordinarios».
Los chinos son muy suyos con la jamada y practican un «ultranacionalismo» gastronómico sentados a la mesa, asunto que a Martín Berasategui, parece que no le inquieta. «No le extraña nada, ya que dice, tienen una de las cocinas más sólidas del mundo, aunque no tiene duda de que Shanghai tiene cintura para su cocina».
¿Cómo es que ha dado este doble salto mortal? «Ha querido ajustar sus platos al potente paladar local, manteniendo el carácter de la cocina española tratando de enseñar la alta gastronomía a un pueblo curioso y con ganas de disfrutar», nos comentó.
El intríngulis de los proveedores no es poco tema. «Ya que aquí y en la China, nunca mejor dicho-sonríe-, dar con los de confianza lleva un trabajo muy importante», pero confesó que también es cada vez mayor la presencia de productos y suministradores españoles que hacen posible el acceso al aceite de oliva virgen, el vinagre de Jerez, las conservas de calidad, el vino o el pimentón de la Vera.
En Villa Rouge
Restaurant Martín está ubicado en Villa Rouge, una preciosa mansión colonial levantada en 1921, situada al final de la Concesión Francesa, en pleno parque de Xujiahui.
Cuenta con tres pisos y todas las comodidades de un local que «tras la reforma, se ha ajustado al estilo contemporáneo que buscábamos», insiste Martín B.
Al final, bien lo sabe, guisará también en China para satisfacer al cliente y acompañarlo hasta la misma esencia del sabor.
Desde aqui le deseamos lo mejor, y si tú tienes alguna duda, no dejes de escribirme, y trataremos de consultarlo para que nos cuente, que tal fue todo!!