Diferentes intensidades de sabor y color.
Son tres las variedades más comunes de este producto invernal entre las que la principal diferencia es el grado de acidez.
Estas naranjas, ricas en betacarotenos, contribuyen al buen aspecto de la piel, al cuidado de la vista y del sistema cardiovascular.
Hay varios tipos de naranjas sanguinas que se distinguen por la intensidad del color rojizo y el nivel de acidez y amargor del zumo.
Son tres las variedades más comunes, que se cultivan en los países bañados por el Mediterráneo
La tarocco está presente, sobre todo, en Italia, en la zona de Sicilia, donde se cultiva en las tierras fértiles que rodean al volcán Etna.
Su color rojo está bastante atenuado, tiene la piel muy fina y es una de las más dulces de su especie.
La sanguinelli o sanguinello es la que está más presente en España. @naranjaslola
Tanto la piel como la carne tienen una tonalidad rojiza más profunda que la anterior, y un mayor punto de amargor a su paso por la boca.
Por último, la variedad moro también es originaria de Italia.
Es la naranja de un color más fuerte.
En ocasiones presenta un rojo tan intenso que casi llega al negro.
Es la más amarga y su sabor recuerda mucho al del pomelo, por lo que la mejor opción para degustarla es en un zumo combinada con otros cítricos.
Naranjas con gran potencial antioxidante
Cabe destacar que, además, las naranjas sanguinas tienen una gran cantidad de betacarotenos, que son un grupo importante de pigmentos con una función antioxidante.
Contribuyen al buen aspecto de la piel y al cuidado de la vista y del sistema cardiovascular.
Además, la presencia de antocianinas refuerza aún más su potencial antioxidante.
En el otro extremo de la balanza, el aporte de calorías de estas naranjas es muy escaso por el elevado contenido en agua y el moderado protagonismo de los azúcares.
La cantidad de fibra que presenta esta fruta también es importante.
La mayor parte es fibra soluble y se concentra en la parte blanca que hay entre la pulpa y la corteza.
En el caso de que la opción elegida sea la de degustar el zumo prescindiendo de la pulpa y, por lo tanto, del aporte de fibra, se puede matizar de forma sencilla el punto de amargor de estas naranjas.
Mientras lo preparamos, lo más cómodo es mezclar variedades dulces con sanguinas obteniendo un estupendo cóctel de vitaminas.