Como siempre, lleva puestos unos anteojitos de Tío Rico, de oro, que son herencia de su abuelo José Manuel Rodríguez Pardo.
El pantalón es colorado; el foulard de seda, comprado en París, y los tiradores (de los cientos que atesora en el vestidor) son temáticos.
«Graciosos, estos con forma de pimientos que me regaló mi amigo Ricardo Santos, ¿no? Tengo varios que hacen honor a mi profesión, algunos con mucha historia.
Ese de las florcitas, por ejemplo, lo compré en Suiza, arriba de una montaña.
Viajé para conocer cómo trabajaban la leche y di con un paraíso repleto de esas flores. Y ahí estaban ellos, los tiradores», comenta entusiasmado Ramiro Rodríguez Pardo, célebre cocinero; ganador, entre otras cosas, del campeonato mundial de la cocina, en Singapur.
Aún recuerda la sensación cuando se calzó el primer traje, en su Galicia natal. «Fue para un casamiento, y tendría unos 14 años.
Además de la emoción de sentirme un hombrecito, para mí fue muy especial, ya que siempre andaba con sotana.
Yo estudiaba con los jesuitas para ser sacerdote. Estudié unos 12 años, en Santiago de Compostela, hasta que la vida me llevó a otra parte.
Vine a Buenos Aires como turista y terminé quedándome.»
Desde muy joven dio mucho que hablar, y en sociedad con su amigo del alma, el Gato Dumas, Rodríguez Pardo se lució en la pasarela. «Sí señor, también fui modelo. Comencé con algunas fotos para revistas y terminé desfilando. Lo hice durante 7 años y me divertí bastante.
El mundo de la ropa siempre me fascinó. Por eso ahora sufro al ver tanta dejadez en la calle. Desaparecieron la magia y el esmero a la hora de vestirse», comenta.
Cambió la sotana negra por el delantal blanco, pero cuando sale de la cocina su estampa de caballero español siempre sorprende por el color. «Los uso todos.
Tengo casi 1000 corbatas en todas las gamas y estampados imaginados. Creo que cientos de tiradores. Mis favoritos son los que tienen motivos ecuestres, los de pintitas y también los de dibujos animados. El de Asterix es muy original porque la figura, de goma, sobresale. Además, colecciono pins antiguos que después agrego a todo lo que uso.»
No utiliza la palabra audaz , pero dice que le gusta ponerse prendas que otros no se atreverían. «Mi mejor adquisición es un tapado Hermès color vino, nada discreto, que uso con un pin azul Francia en la solapa.
También tengo varias chaquetas Austríacas y diferentes loden. Me agrada la ropa de cazador y no tengo problemas en salir por Buenos Aires con el sombrero y la pluma», agrega.
Rodríguez Pardo exprés
Números: «Con el Gato Dumas hicimos 14 restaurantes, trabajamos 22 años en televisión y recorrimos el mundo entero unas 10 veces. Él también usaba tiradores; tenía millones »
Anteojos: «Hace 30 años que uso los anteojos de oro de mi abuelo.
Los había heredado y usado mi padre, así que los tenía mi madre en España. En uno de los viajes me animé a pedírselos y hoy son mi personalidad».
Manía: «Uso de todo menos paraguas. No me interesa».
Perfumado: «Tengo muchos perfumes y uso todos, los mezclo. Así que nunca sé lo que me pongo».
La nota me fue enviada por mi corresponsal Carlos Deschamps desde Buenos Aires, y es del periódico La Nación y escrita por
Flavia Fernández – La Nación
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2 Comments
muy linda nota bastante explicita los felicitos el comento que en Ybahrs donde el fue profesor de mi hijo y lo recomendó que valla a ver a su amigo el chef rivera de padrón que le iba a enseñar la técnica de los pescados y animales de caza gracias
Muchas gracias Nestor por acompañarnos.
Espero que te conviertas en un asiduo de mis recetas y notas! Gracia
AF