>
Esto nos lo cuenta nuestro amigo Nacho Garbayo, que se presento en un concurso, sin saber muy bien de que se trataba pero esto le fue muy útil para darse cuenta que esto de participar le gustaba, y por eso nos cuenta su ultima experiencia así muy claramente
Pues sí… Finalista del III Concurso Nacional de Ajo Morado de Las Pedroñeras.
Sergio Giraldo, el que era segundo de Manuel de la Osa en Las Rejas, colgó en Facebook lo del concurso, invitando a los cocineros a presentarse. Y, bueno, se me ocurrió presentarme. Como casi no tenía tiempo, en vez de diseñar un plato específico, eché mano de uno de los últimos platos que pudiera llevar ajo en buena cantidad. Y al final me decanté por un bacalao confitado con ajos, berenjena en dos texturas y vizcaína a nuestro modo (lo de a nuestro modo es porque en vez de cebolla uso puerro y en vez de vino blanco, sidra de Astigarra, así queda más guipuzcoana y menos vizcaína jejejeje; aparte, le pongo un poco de pimentón de La Vera para que a la hora de probar el plato el comensal tenga reminiscencias de los callos, que se suelen servir a veces con bacalao).
La verdad es que siendo un plato más tradicional que innovador y no habiéndolo diseñado para el concurso, no tenía muchas esperanzas de clasificarme. Pero sorprendentemente, me llamaron del Ayuntamiento de Las Pedroñeras para decirme que estaba clasificado para la final… Para mí eso ya fue todo un éxito. Entre 50 recetas de cocineros de todo el país, la mía fue una de las siete mejores. ¡Guau!
Y la final fue toda una experiencia. Mi stand con mi cocinita (eléctrica de las antiguas, lo que me dio unos cuantos problemas…), un ayudante de Las Rejas, los nervios, el tiempo limitado… Y compitiendo con un plantel de escándalo: Federico Guajardo, de Sal de Mar de Denia; Joaquín Baeza Rufete y Carlos Durán, ganadores de ‘nosécuántos’ concursos de altísimo nivel… Y yo ahí, en una esquinita, haciendo mi trabajo y no quedando el último!!! La verdad es que no quedé muy contento con el plato. Al final, uno de los jurados llegó casi dos horas tarde y mi pobre bacalao confitado se pasó de punto. Y la salsa no estaba como a mí me hubiera gustado. Pero bueno. De todo se aprende. Y como premio me traje el coche hasta arriba de ajos, ya que nos daban a cada finalista nuestro peso en ajos (no veas el aroma que están dejando ;o) ).
En definitiva, una genial experiencia, un empujón enorme a mi autoestima, y cierto gusanillo que me ha picado. Ahora me voy a presentar al concurso del langostino de Vinaroz y al del aceite de oliva virgen, con recetas diseñadas a propósito para cada concurso. A ver qué sucede.
Desde aquí Nacho te deseamos la mejor de las suertes, porque eres una persona con mucha vitalidad y entusiasmo por lo que hace, por eso….Todo lo mejor y tennos al tanto para ir pasando y que los compañeros se vayan quitando los miedos también.
Felicitaciones y Exitos para el próximo.