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ambiando el sombrero de chef por el birrete y la toga de las mejores universidades, Ferran Adrià sigue sentando cátedra y llevando su cocina a una dimensión en la que arte, gastronomía y ciencia se acaban conviertendo en un único todo. Tanto es así que, tras anunciar su participación en un máster de la Universitat Autònoma de Barcelona impartiendo un máster sobre arte y cocina, el chef de El Bulli renueva hoy en Gerona su acuerdo con la universidad de Harvard para coordinar durante otros cinco años el curso de cocina que imparte desde el año pasado.
No acaba ahí la cosa, ya que la prestigiosa universidad estadounidense también ha anunciado que el cocinero catalán se convertirá en profesor invitado durante quince días al año. «Al principio dudé, pero al final accedí con la condición de poder hacer diálogos sobre creatividad», ha señalado Adrià, quien ha aprovechado su paso por el Foro Gastronómico de Gerona para recordar que, después de hoy, desaparecerá de los escenarios y estará dos o tres años alejado de congresos y ponencias. «Haremos una descompresión y nos limpiaremos, por eso el motivo de no aparecer en más congresos», ha subrayado Adrià, quien ha añadido que pasará los dos próximos años «viajando, pensando, reflexionando y aprendiendo».
En cuanto al curso que coordina en Harvard, Adrià ha explicado que se trata de algo «muy serio» y que el convenio entre la Fundación Alicia y la institución académica les ha servido para «ponerse las pilas». El primer curso tendrá lugar entre septiembre y noviembre de 2011 y estará impartido por un representativo grupo de cocineros y pasteleros catalanes, como Joan Roca, Carles Tejedor, Carme Ruscalleda o Ferran Adri, entre muchos otros. El curso, que está previsto que sigan 300 alumnos, está dirigido a la comunidad educativa de la Universidad y cuenta también con sesiones públicas de divulgación general.
Adrià también ha aprovechado su presencia en el Foro Gastronómico de Gerona para rendir homenaje al recientemente fallecido Santi Santamaria guardando un minuto de silencio antes de iniciar una clase magistral sobre cocina de caza. El chef de El Bulli ha aceptado así convertirse en símbolo del pesar del mundo de la cocina por la pérdida de Santamaria.