Cuando necesitamos huevos duros para picarlos después y añadirlos a una sopa, una menestra, un pollo en pepitoria…, o queremos tomarnos uno a media mañana como tentempié sano, nutritivo y con pocas calorías, puede resultar muy útil prepararlos en el microondas ya que se cocinan ya cascados y nos ahorramos los 10 minutos de cocción en un cazito con agua y el tener que refrescarlos después debajo del grifo para poder pelarlos.
Pero, ¡ojo! hay que tomar ciertas precauciones al principio, pues su comportamiento no siempre es el mismo.
Todos los pasos que os indico son imprescindibles.
1. Sacar el huevo de la nevera y cascarlo en un tazón, cuenco o bol pequeños pero con superficie suficiente para que quede desparramado.
Si cogéis un recipiente demasiado grande, por ejemplo un plato normal tardará más y queda peor.
2. Pinchar la yema con una aguja fina pero sin que se rompa, porque en el microondas todo lo que lleva piel debe pincharse previamente para que no explote, y las yemas aunque no se vea tienen una película muy fina que las recubre.
3. Tapar el recipiente escogido con un plato del mismo tamaño o ligeramente superior.
4. Introducirlo en el microondas en un lateral del plato giratorio, no en el centro ya que es dónde menos microondas hay.
5. Programar 30 segundos a una potencia media de 300 o 350 vatios, nunca más.
6. Esperar 2 minutos, que es lo que se llama “periodo de reposo” y programar otros 30 segundos a la misma potencia.
7. Volver a esperar otros 2 minutos y comprobar su estado.
Dependiendo de la frescura del huevo, por muy increíble que os parezca, puede que esté del todo duro, y puede que le falte algo a la clara para terminar de cuajar, en cuyo caso programar otros 10, 20 o 30 segundos más, siempre a la misma potencia.
Normalmente son otros 30 segundos más, pero por si acaso, la primera vez que los hagáis tomaros estas últimas precauciones.
Y si compruebas que a pesar de estos 90 segundos la clara está una “chispa”sin cuajar, y puede pasar cuando el huevo es muy fresco, añadir algún segundo más hasta que lo esté.
Si os salen en su punto son estupendos y en cuanto les cojáis el “truqui” os resultarán cómodos y muy rápidos, y una vez picados a mano o con cualquier artilugio de cocina, nadie podrá decir que se han cocido ya cascados.
Si los cocinas en exceso os pueden salir totalmente “acartonados” o “plastificados”.
Respeta también los períodos de reposo indicados ya que de lo contrario la yema, a pesar de estar pinchada, pueden reventarse y “explotar”.
No los cocinéis nunca con los 90 segundos seguidos porque saltarían o explotarían con total seguridad.
Estos tiempos se refieren a un huevo de los llamados gordos, es decir los que tienen 62-72 gramos. Si son más pequeños o más grandes los tiempos pueden variar ligeramente.
Por Cristina Galiano, 29 abril, 2011
Por Mari Valle del Grupo Tiflococinera.
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