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Bouabsa además ha sabido forjarse una reputación de amabilidad y perfeccionismo en un gremio tan duro y marcado por las rivalidades como el de la panadería.
Llegar hasta su panadería es otra cosa, ya que ésta se encuentra lejos del centro de París, al norte de la capital entre los metros de Porte de la Chapelle y Max Dormoy (un barrio al que no se va necesariamente a hacer turismo):
“Esto es como un pueblo, todo el mundo se conoce y la gente se alegra de mi triunfo”.
Cuando se le recuerda que será el quien suministre durante doce meses el pan al palacio del Elíseo, Anis sonríe y confiesa que va a tener que contratar a alguien para que cada mañana lleve las baguettes al Président…
Moraleja: queridos panaderos, sigan haciendo buen pan. El país entero se lo agradecerá…
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